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TEA: Chile da paso hacia una verdadera inclusión

  • Jueves 6 de abril de 2023
  • 17:56 hrs

Durley Amaya Medina Fonoaudióloga. Magíster en Trastornos del Habla y del Lenguaje Académica de Universidad Autónoma de Chile, sede Talca

Este año el Día de la Concientización del Autismo se conmemora de manera diferente en Chile, diría que con mayor esperanza por un progreso tan importante como es la aprobación de la Ley 21.545, que establece la promoción de la inclusión, atención integral y protección de los derechos de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en el ámbito social, de salud y educación. Esta ley permite en primera instancia el reconocimiento de la condición de las personas del espectro en las diferentes etapas de la vida y las necesidades en cada una de éstas, lo que será significativo para la población en general, teniendo en cuenta que 1 de cada 51 niños en nuestro país se encuentra dentro del espectro autista (Yáñez et al., 2021).

Al reconocer la condición del espectro autista, se avanza hacia la verdadera inclusión y de esta manera es posible construir una mejor sociedad, con empatía por las necesidades de las personas con TEA; el fin es adaptar el entorno a las necesidades del niño o niña con TEA y su familia y no lo contrario, mucho menos que se excluyan de actividades en sociedad. Nos hará mejores ciudadanos y personas, por ejemplo, comprender que la mayoría de las personas con TEA procesan de manera diferente los estímulos del entorno, como lo ruidos, olores y texturas. De esta manera, entenderemos mejor que una conducta disruptiva no es una pataleta o falta de educación por parte de los padres, sino que obedece a factores externos. 

Es necesario reconocer que el hecho de que se estipule explícitamente la atención integral e inclusión requiere de mayor capacitación para las personas que trabajan en las instituciones que atenderán a las personas con TEA. Esto implica un deber importante por parte de los profesionales que apoyan a las personas dentro del espectro autista y sus familias, a involucrarse activamente en este proceso de cambio. 

Como fonoaudióloga y docente universitaria, observo que se genera una mayor preocupación por parte de los profesionales y los futuros profesionales a formarse y prepararse con mejores herramientas, puesto que hacemos parte de un equipo interdisciplinario clave para la atención de niños y adolescentes con TEA. 



Desafortunadamente en el punto anterior, sobre la capacitación, estamos muy al debe. Aún hay varios niños y niñas que son discriminados en los colegios, los cuales indican no sentirse con la capacidad de incluirlos en sus aulas por diversos motivos, como la falta de profesionales, espacios y materiales, entre otros. Pero en muchos casos son los mitos y la falta de información los que prevalecen, puesto que cuando en un establecimiento se aplican las adecuaciones necesarias, son pocas las conductas disruptivas. 

Como terapeuta he visto la angustia y el duro trabajo de las familias en el cuidado de los niños y niñas dentro del espectro autista, desde las costosas atenciones profesionales hasta las adaptaciones de las rutinas diarias para poder atender a sus necesidades. Por lo tanto, existe la esperanza de que estas atenciones sean cubiertas como un derecho a la salud.